domingo, 20 de abril de 2014

El motín antitaurino

En Septiembre de 2010

El motín antitaurino 

Llevar capa y ala ancha en el sombrero no era una costumbre ancestral, pero modificar  esa costumbre, tan "imia", le costó a Esquilache el destierro. Varias personas murieron en 1766 en los desordenes producidos por una causa tan "poca cosa". El motín de Esquilache convirtió en pequeños polvorines multitud de ciudades españolas. Había hambre, miseria, enfermedades, abusos...pero todo aquello no era suficiente para levantar al pueblo en contra de sus gobernantes. Los españoles ya estaban acostumbrados a los errores ancestrales de sus dirigentes y, por tanto, veían normales aquellas miserias. Pero los nuevos gobernantes, líderes de ideas ilustradas y costumbres mas “humanas”, quisieron poner freno a la libertad individual de cada español, diciéndole como tenía que vestirse, que capa había de llevar y qué tipo de sombrero era el adecuado. Las influencias externas podían ser admitidas en todo menos en lo personal. Y esa "nimiedad" fue el detonante de todas las demás desgracias del pueblo español en aquellos días. De pronto, se hicieron visibles todas las hambres y miserias, aunque vinieran de lejos en el tiempo. De pronto, los españoles, se dieron cuenta de que alguien estaba tratando de "convertirlos" en seres civilizados.  Alguien estaba convencido de que los españoles eran animales sin alma y sin sentimientos, sin “educación”. Había que "humanizarles", “educarles” para los nuevos tiempos y las nuevas ideas.
  Doscientos cincuenta años después volvemos a la misma historia. Alguien trata de "humanizarme" utilizando mi soberanía. Alguien trata de educarme en el trato con los demás, incluidos los animales. Alguien trata de hacerme creer que soy un ser inculto, indigno, cruel, depravado, asesino...solo porque me gustan los toros.  Y al igual que aquellos españoles de hace doscientos cincuenta años, entiendo que haya corrupción, que se mercadee con mi voto, que se malgasten mis impuestos, que todos los días me oculten la realidad, (al parecer por mi bien), que haya cuatro millones de parados, que estemos casi en la ruina...Todo eso lo entiendo porque viene de unos gobernantes, incluida la oposición,   que son humanos, españoles y que además aceptan, sin rechistar, la entrada de nuevas corrientes globalizadoras y humanizantes para, de esa forma, esconder su falta de preparación a la hora de generar corrientes internas que ilusionen al ciudadano español. Y el ciudadano español empieza a sentirse incomodo con unas costumbres de ignoto origen filosófico, que nada tienen que ver con la compasión hacia los animales, ni con la conservación de la naturaleza, ni con la caridad, ni con la solidaridad, ni con nada que se precie de ser parte de la idiosincrasia española y humana. Y sin embargo, son costumbres venidas a esos humanos por la vía de la negación de su propia humanidad. Individuos que huyen de su propia condición humana, para no ver con sus propios ojos, la sangre  y la agonía de otros humanos en sus guerras para defender esa nueva ideología del puritanismo ecologista.
Individuos que anteponen la vida de un toro, a la vida de los mil seiscientos niños que mueren de hambre en el tiempo que dura la lidia. ¿O son más?.
Ni siquiera Lutero llegó tan lejos al cuestionar, de la religión, solamente los hechos de los hombres. No. Este puritanismo predica la inexistencia de Dios sencillamente porque Dios son ellos. Porque su “único” objetivo es proteger la naturaleza. Porque, sin ellos, la Naturaleza dejaría de ser… Virgen. Se llenan de fanatismo cuando creen que solo ellos “salvaran al mundo”. Creen apasionadamente que de sus ideas saldrá, en el futuro, una sociedad justa e igualitaria.
 Cuando los hombres crean semidioses mediáticos, esos semidioses aspiran a ser Dioses.
 De una soberbia tan engrandecida solo pueden salir ideas intolerantes que, al fin y a la postre, acabaran en totalitarismo. Lo dijo Eric Fromm en su "Miedo a la Libertad".  “El puritanismo protestante de aquella época fue el germen de los planteamientos ideológicos del Tercer Reich”.  Quiero equivocarme, pero también quiero avisar.  El ser humano es capaz de sufrir lo indecible si lo hace junto a los suyos. Pero no aguantará que se le quite la libertad de sufrir. La capacidad de "no ser bueno". El pensamiento asesino y todo lo malo que es capaz de hacer...PERO QUE NO HACE. Porque  siendo libre para optar por el bien o por el mal, el ser humano puede valorar el bien. Si se le imponen, por decreto, la "HUMANIDAD" y la “BONDAD” se le está diciendo que no es humano, y que no es bueno. Entonces no le importara hacer el mal. No habrá ninguna justificación moral que lo detenga. Llegará entonces, el orden impuesto por la fuerza de las leyes prohibitivas. La tiranía aceptada. El regalo de la Libertad, a cambio de "ser bueno".
 Que nadie intente darme lo que ya tengo, ni hacerme lo que ya soy. Ya tengo Libertad y ya soy Humano. Tanto es así, que mientras un niño pase hambre, no pasaran por mi cabeza los sufrimientos de mil millones de gallinas ponedoras. Y cada vez que vea la sangre en la plaza de toros, recordaré la sangre de todos los hombres que mueren, defendiendo la mia.
Antonio Morales Arias
Septiembre 2010